Otro de los sectores que han sido descuidados desde hace muchos años ha sido el del adulto mayor. En México, conforme a los datos de la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social (ENESS) levantada en 2013, una cuarta parte (26.1%) de los adultos mayores se encuentran pensionados. De estos. 40.9% son por jubilación, 33.9% por retiro o vejez, 17.5% por viudez y 3.6% por accidente o enfermedad de trabajo.

Lo aprendido durante el tiempo que he recorrido los 22 municipios del distrito nos describe un escenario en donde el adulto mayor no es tomado en cuenta la mayoría de las veces en las decisiones políticas. Aun cuando en el Artículo 5 de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, las personas de 60 y más años deben “recibir protección por parte de la comunidad, la familia y la sociedad, así como de las Instituciones federales, estatales y municipales”.

En el país hay 1.6 millones de personas de 60 y más años que viven solas y la mayoría son mujeres (63 por ciento). Son horribles las historias que he escuchado de aquellos que han pasado por alguna enfermedad crítica y están solos. Parte del proyecto que tenemos en materia de salud parte precisamente de apoyar al adulto mayor.

México cuenta con un sistema fragmentado de seguridad social que ha sido ampliamente criticado. Ante esta situación impulsaremos las reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos a efecto de crear un sistema universal de seguridad social, que sea parejo para todos sin importar su situación laboral o su edad, inhibiendo con ello la informalidad y cumpliendo con los compromisos asumidos por México en materia de Derechos Humanos y salud.